El viernes tuve que levantarme a las 6 am.

Por lo regular no me levanto tan temprano si no es que para miar, pero no, esta vez tuve un compromiso que cumplir y por eso tuve que madrugar.

Tuve que levantarme temprano para ir a hacer un puto trámite a una oficina de gobierno, me llevé el especial de Satanás que editó Proceso para leerlo nuevamente y que la espera no se me hiciera eterna. Error. La gente no puede entender que toda la literatura sobre Satanás no es sinónimo de que seas adorador del mal, simple curiosidad nomás. Me sorprendió la rapidez, transparencia y falta de corrupción de estas oficinas de gobierno. Ningún coyote a la vista y todos los trámites fáciles y (entre comillas) rápidos.

Cuando estuve en EU, tuve que trabajar para mantenerme en mis estudios. Levantarme a las 12 de la noche y trabajar hasta las 630 am de lunes a viernes hizo que hasta la panza me bajara. Muchas veces en el periódico tuve que madrugar. Madrugar para trabajar me da mucha hueva. Que te agarre la madrugada chupando o en el desmadre es algo que no tiene mucha importancia.

Viernes es día de ir a comer al Sangrons y que te cobren un consomé de pollo donde fácilmente cabe mi ojo y al revisar la cuenta veas que costó 22 pesos. Hijos de puta tan rateros. Viernes fue también día de ir al Starbucks en la tarde, conocer a una gringa pendeja, ex prófuga del sping break y que acabe cojiendo con mis tres amigos. Viernes fue el día de desvelarse viendo la película “Llaménme Mike” que es una verdadera joya del cine policiaco mexicano, preferí volver a ver esta película a deleitarme con las carnes fofas de la guera consentida.

Sábado y Domingo todo el día echado en el sillón de la casa de los abuelos, arrullado por todas las aves que tienen encerradas, el calor de Morelos y el dulce placer de no hacer absolutamente nada, bueno, más que cambiar una llave de un fregadero, lavar dos camionetas, quemar la basura y colocar mantas para la venta de terrenos. Ah¡

Por cierto, acuso recibo de mensaje mamador de cierto personaje tenebroso de Televisa.
Ofrece dos boletos para U2 hasta mero mero adelante. Tercera fila para ser exactos. Quiere 8 mil pesos por cada uno.

Es lo malo de ser jodido.