Hay de putas sinvergüenzas a putas adorables

Me han comentado del porqué las mujeres son putas, a lo cual he deliberado que se debe a varias cosas: principalmente a que les gusta demasiado el desmadre y cogidas fáciles, otras también porque es su pasión (dicen que conocen a bastante gente) y la otra es que les gusta demasiado el dinero fácil.

Dentro de estas categorías hay muchas putas pero hay latosas, jodedoras, enfermas y ladronas.

Recuerdo que en cierto viaje a la playa tuvimos a bien invitar a una teibolera a seguirla en la villita que rentamos. La noche estaba demasiado floja y medio aburrida, ella estaba sentada con un cliente panzón y en cuanto nos vio entrar al antro se apuntó a atendernos. Acabamos pidiendo botella porque a ella le alegramos la noche y ella alegró nuestros pantalones ( y lo que hay dentro).

Ella llegó en un taxi y de inmediato se organizó un nuevo desmadre. Un cuate hizo varias llamadas y llegaron un chingo de adolescentes calientes y barrosos oliendo el sexo desde la calle. Estaban de vacaciones también pero con sus jefes, muy aburridos y la única carne que tenían a la mano eran las fofas de sus primas y las corriosas de sus madres. Tedio mortal.

Llegaron unas chicuelas malas atraídas por los chavos y no es redundancia decir que se puso hasta la madre la villita de puro caliente. Reventón alcoholero sin mucho esfuerzo.

Todo iba de pelos porque salió prácticamente gratis el alcohol y la comida, la teibolera no fue a trabajar con la condición de que se le pagara su noche. En menos de 10 minutos se consiguió lo de su cover y asunto arreglado.

Ya en la madrugada, dormido estaba en mi recámara reposando del desmadre cuando veo entrar a la teibolera, me dice que ya está cansada y que ha dormido muy poco en las últimas 48 horas. Igual yo.

Se acuesta junto a mi en la pequeña cama y siento su calentura típica de las costeñas. Me dice que si se me ofrece algo, le digo que si, un fellatio me encantaría.

Empieza a hacer su labor y me hace el mejor fellatio que me hayan hecho en la vida. Parecía aspiradora la hija de la chingada, toda una profesional en su labor mamadora. Ya entrada en la mañana, me dice que si le puedo prestar $ 200 pesos. Le digo que mi cartera estaba en el auto y que me daba güeva ir hasta allá por ella.

Vil mentira, la cartera estaba bajo el colchón bien guardada. Bueno, eso creía. Resulta que la teibolera la encontró y me dio baje con los 200 pesos negados. Pinche vieja sinvergüenza y rata. Queda perdonada por esa mamada de campeonato que me dio.

Hasta estos días se me pone chinita la piel de recordar ese chivirico.

En la secundaria tuve el placer de ser compañero de una mujer que es toda dulzura. No tengo que decir mucho acerca de ella, solamente que tenía un buen par de tetas y una cara mas o menos. Sus nalgas y su pelo eran un desastre. Pero era muy comprensiva.

Anduvo con todo el salón.

Y no anduvo un ratito con cada uno, no, anduvo mínimo dos semanas con cada uno de los hombres del salón. Todos fuimos testigos de ello. Solo se perdieron 3 compañeros de sus caricias. Uno por gordo, alto, serio, le decían el “barman particular” en referencia a ese viejo comercial de los cocteles Bacardí donde salía un tipo parecido sin hablar ni una palabra. El otro por chaparro, era medio subdesarrollado, nunca creció. Y el tercero era, digamos “normal”, pero se perdió las caricias por ser un soberano pendejo persignado.

Ya haciendo cuentas, fueron 24 los hombres del 3 A de la secundaria los que pasamos por ella. No quiero hacer cuentas de los vecinos de la colonia, amigos del karate, amigos de los amigos, amigos de los primos, amigos de la rondalla, híjole, creo que media ciudad pasó por ella.

Platicando con varios que tuvimos el gran honor de compartir esas carnes, llegamos a la conclusión de que no la consideramos una puta. Ni remotamente. Solamente una amiga muy buena onda que siempre nos buscó hacer la vida fácil y entretenida. Hay varias anécdotas de ella, que contaré en siguientes posts. Ella si aplica como una puta adorable.

Todos la recordamos con cariño.