No todo es rosa en este mundo.

El llegar a tu casa y golpear el portón eléctrico con el coche no es algo grave, mucho menos el no abrirle a nadie tu puerta a pesar de que tocan y tocan, te asomas y te topas un par de ojos recriminadores, el pasarse un alto en una calle desierta en la madrugada tampoco lo considero así, hay cosas mas graves que el estar inmóvil frente a un suceso circular.

El no regresar una película del block durante una semana es algo normal, el dejar que suene el teléfono sin contestarlo durante varios días, el dormir sentado en un sillón, tener todo un día las luces de la casa prendidas y la TV sin sonido toda la semana son indicadores de que algo perverso maquina mi mente.

El colmo llega cuando a falta de combustibles para avivar la fogata encendida del patio empleo libros y como remate quemo las tarjetas de crédito.

Esta semana ha sido la mas rara de mi vida. Aún no descubro el porqué.

El dormir frente a un reloj que marca las horas en rojo es algo desquiciante.