Coin Back

Tengo claro que muchas de las cosas que nos pasan en esta vida proviene de la pendejez, eso me queda muy claro, bueno, también hacen su parte todas esas estúpidas canciones de Timbiriche, Kabah y OV7 que realmente me apendejan a la borregada, así también los libros de escritores jodedores que no tienen razón alguna válida para escribir que el tratar de hacer un poco de dinero, aumentar algo su ego o simplemente dar a conocer la basura que escriben en las noches y que ni su madre misma estaría dispuesta a leer.

Ahora de seguro estás preguntando: y que chingados tiene esto que ver con lo que quiero leer? Ah pos la simple razón raya en que una amiga chocó su coche en el DF la semana pasada (no es por chismoso pero hasta yo llegué al lugar de los hechos desde Puebla) con un pendejo que iba ensismado en una canción de OV7 (no digo cual para no ensismarnos nosotros) a todo volumen en el Circuito Interior sin darse cuenta que existían mas coches alrededor, como el coche de mi amiga, total que después de un rato resulta que el pendejo-Ovsetista-aspirante-frustrado-a-la-Nacademia era un escritor medianamente famoso.

Esa es la razón de pensar que la pendejez es pegajosa, estúpida y cruelmente devastadora.

Yo paso.

Estos días los he aprovechado para darle forma a un proyecto de cortometrajes que me han platicado y que se supone próximamente se filmará. Su servilleta pondrá las cámaras, la nave, algo de utilería y las chelas, claro aportando un poco a la forma de un capítulo (medio mamuco pero, qué en la vida no lo es?) y eso me tiene muy contento, no tanto porque mis pendejadas serán representadas por otros pendejos, sino porque en mi calidad de colaborador literario tengo el pleno derecho a tomar parte del jurado que efectuará el casting a las 6 aspirantes que nos harán el favor de participar. Bien sabido es que en el medio del cine, la TV y hasta el radio hay que pagar un “derecho de piso” para poder trabajar ahí. Nalga segura pues´n.

Claro, así se obtienen buenos papeles y buena paga pero con el culo mancillado.

Pero no puedo olvidar a los hijos de la chingada que entran a leer esto, no claro que no, cuando se tenga ya todo el proyecto armado, se les hará la invitación pertinente para participar en forma de Arbol #3, Maceta #2 y Caminante de la calle #12 a todos los lectores (y los no lectores) de esta humilde atalaya (Calixto dixit)

También este breve descanso me ha servido para reconciliar mis afectos con una culi-guanga que se había perdido y acaba de regresar, tuve la genial ocurrencia de invitarla a buscar universidad en Puebla y tuvo la mas genial ocurrencia de hacerme caso. Hemos pasado días atormentadores y demasiados punescos.

Atormentadores? Si porque a un hijo de la chingada le encargué que me consiguiera unas monedas antigüas y resulta que el muy wey me las consigue pero unas del Bajo Imperio Romano y otras que son anteriores al emperador Constantino El Grande. Hemos pasado noches enteras tratando de clasificar las monedas que me entregó por error y aparte porque están ya muy jodidas y no se ve ni madres nada del exergo.

Mi breve paso por la coleccionadera de monedas me tiene jodido.

Jodemos la semana con la noticia de una culi-guanga chilanga me habla para avisar que se casó y que ahora está a días de tener su primer bebé. Nada mal para sus 36 años, pero me jode cuando me dice que le va a poner mi nombre a su hijo: LoLo? le dije incrédulo. No, le voy a poner tu nombre, siempre me ha gustado.

No me gusta mucho la idea porque puede ser la razón de que este chamaco salga parecido a mi y su marido crea que es mío. Mi nombre no es muy raro, es demasiado popular como para andar nombrando así a chamacos latosos.

Prometí buscarle un nombre decente para su hijo.

Se cierra esta semana chingativa.

Después de unas breves vacaciones neuronales regreso a joder al prójimo.