Jueves Animalero

Este jueves 13 de abril tuvieron a bien despertarme a las 6 30 am solamente con la jodedora idea de ir a ver animales al Africam Safari. Tal idea tuvo muy mala acogida porque supuestamente esta semana santa es para estar en pleno recogimiento espiritual no a ver animales que solamente están sentados viendo la vida pasar (ay se parecen a mi¡¡¡)

A las 8 en punto de la madrugada tuve a bien iniciar camino, como todo buen mexicano no tenía ni la más remota idea de cómo llegar al dichoso lugar, tuve que irme guiando todo el camino por los letreros que muy amablemente están por toda la carretera hacia Valsequillo, claro que no importa mucho si afean el paisaje, creo que eso es lo de menos.

Como tienen la buena idea de abrir a las 10 am, pues tuve una hora completa para dormir y tratar de recuperar la parte de mi sueño con Lyn May que me arrebataron, a veces suelo soñar cosas horribles con tal de liberar mis demonios internos, la buen Lyn es de un efecto purgante-mental muy favorecedor. Tío LoLo la recomienda.

Muchas veces me sentí como el clásico chilango que junta a su razza, sube hasta el perico a su nave y sale a la aventura. Asi me imaginé al ver las maletas llenas de tortas de jamón, queso y botellas de agua Bonafont al por mayor.

No suelo criticar a la gente por su forma de vestir, pero es enteramente ridículo el ver a un tipo vestido como todo un explorador africano en las llanuras de Valsequillo, quizá piensa cazar a esos leones que duermen plácidamente adormilados por tanto turista, tanto flashazo y tantas pendejadas que les dicen. Vi a varios tipos vestidos con ropa de Safari, uno hasta con sombrero y equipo de sobrevivencia al hombro, creo que sacan a relucir sus traumas viajeros tal y como Lord Greene. Ni mas ni menos.

Africam Safari es un robo. Todo comienza desde la entrada cuando tienes que pagar 150 pesos para ver a los animales, no es barato para mi. Y cuando entras a la tienda para ver que hay de recuerdo, te das cuenta que la pendejada mas pequeña cuesta 39 pesos y ni se diga de las playeras del lugar, valen 180 pesos, caray¡ ya ni comprándola en una tienda pendejera del centro del DF, por Izazaga para mas señas.

Siempre he sentido una pequeña lástima por los animales que están durmiendo todo el día en ese parque. El apagado brillo de los ojos que muestran es algo que debe hacernos pensar a los humanos en el crimen de tener encerrados a los animales que están acostumbrados a la libertad.

Salí asqueado de tanto animal, pero más asqueado de la misera humana que encadena a animales con lazos invisibles pero muros reales cortando toda la libertad natural y la emoción de cazar tal y como lo marca la naturaleza en sus instintos.

Estos animales han perdido eso, el instinto salvaje, de caza, instinto de sobrevivencia.

De regreso me vine empujando algunas cervezas mientras recordaba mis gratas experiencias con los animales, como cuando una amiga me fue a visitar y corre a mi jardín a ver el gato que se daba gusto en el pasto. Ese pinche gato no era mio, solo se comía los pellejos que le dejaba en las noches, ella se acerca y le quiere hacer una caricia, el gato brinca como loco y le da tremendo zarpazo en la oreja misma que le abre y comienza a salir sangre.

Pinche gato, me agrió toda la tarde porque a la chava le entró una crisis, misma que después me entero viene por su animadversión por la sangre. Quién le manda a hacerle cariños a gatos chingativos.

Al llegar a mi casa, antes de disponerme a ir al centro de Puebla a dar la vuelta, junto leche, croquetas y algo de pollo para llevarselos a los perritos que nacieron hace dos semanas en la casa de al lado y que los tiene una perra de la calle en una caja de cartón.

Desde que nacieron quise sentir el calor tan propio de los cachorros, a veces los metía a mi casa para darles un poco de leche con una jeringa, los tapaba con un trapo y los devolvía con su mamá. La pobre madre de los perros está completamente chupada por todos, eran 12 cachorros pero se murieron 3, ahora son 9 hocicos que alimentar. Todas las costillas las tiene de fuera, a pesar de que le doy de comer diario.

Un cachorro es lo más inocente que puede existir en el mundo, ya que nace del instinto y no puede defenderse, no desarrolla defensas hasta que la madre lo amamanta, ni siquiera puede ver ya que no abre los ojos y solamente chilla de hambre.

Cuando llego a ver la caja con los cachorritos me doy cuenta de que no hay caja ni perritos. Un hijo de puta se los ha de haber llevado para matarlos. Solamente está la mamá en el lugar, acostada, con los ojos abiertos mientras ha de sentir en sus oídos los chillidos de sus hijos que ahora quién sabe dónde estarán. Unos cachorros que ni siquiera tuvieron el derecho a poder ver cómo es el mundo, no, ese derecho solamente se les otorga a los que nacen bajo una marca que dicen es pedigree, ese derecho solamente lo tienen los que nacen al cobijo de un hogar, los perritos que nacen en una caja de cartón en una casa vacía no tienen mas futuro que un costal cerrado y que es aventado en el camión de la basura para que el peso de los desechos los asfixien.

Muchas veces me da vergüenza ser humano.

Hoy me siento así.