Hoy he decidido no postear cosas referentes al sexo, ni chaquetas, ni cojederas, ni fellatios, ni nada. Mmmm. Por dónde empiezo?
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El viernes fui a cenar a un pinche Burger King, ya tenía rato de no posar mis garras por esos lugares y la tripa reclamaba su ración diaria de comida chatarra. Llegando le reclamé el pinche pie de manzana al cajero porque no me lo invitó a consumir y hay un pinche letrerito que dice que es gratis si no lo recuerda. Hizo un megadrama porque supuestamente se lo iban a cobrar, total me lo dan. Lo tiré a la basura porque se veía asqueroso. Todo iba ya mas o menos bien hasta que se me ocurre ir al baño y encuentro a un pinche chamaco vomitando sobre la tasa. Patético, un niño vomitando basura.
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El sábado fui a Cuernavaca, fui en plan de trabajo por lo de mi negocio. Llegué tarde porque pasé a echar unas chelas en una cantina que está en la carretera y que (dice la leyenda) dan buena botana y lo atienden alegres y dispuestas hostes (letrero mal pintado dixit). Puros culos aguados sin chiste. Para eso mejor me quedo en mi casa, me veo al espejo y me cai que me gusta mas el mio. Ta chulo de bonito (sin afán de presumir)
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En la noche, ya medio pedo, me lanzé al baile de la Banda Cuisillos, jajaja, me da risa que un sábado con estos guarros y la semana siguiente con U2 y después con sus majestades satánicas. Que pinches contrastes da la vida. Hice un par de amigos de borrachera en ese lugar, uno es albañil y el otro es obrero de una fábrica de cacahuates, sentí gacho que me invitaran una tecate de $ 20 pesos por lo que me nació la generosidad y les disparé 4 a cada uno. Ya ni de sus nombres me acuerdo.
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El domingo para no variar, volví a dejar las llaves dentro de la minivan cuando la lavaba. Puta madre, tuve que abrir una de las ventanas laterales para poder evitar el pago de 100 pesos que cobra el cerrajero-hijo-de-puta-ratero por abrirla. De puro pinche coraje me fui a dormir hasta las 2 de la tarde. Andaba medio crudo, pedo y desvelado. Hice pausa para ir a comprar costillitas al mercado y las puse a asar en el patio. Chelas, costillitas y cebollitas hicieron rica la tarde, preparación necesaria para el decepcionante Super bowl y sus pendejos árbitros que parece que aprendieron en México con los pendejos de la Primera A. Costillitas, cebollitas y tortillas de harina verdes (es que llevan chile jalapeño) que me dieron las fuerzas necesarias para aguantar el programa de la Academia que ve mi abuela todos los domingos. Muchos aúllan.
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Es increíble el poder de la mente. Un pendejo me enseñó como concentrarse y poder caminar sobre los carbones con los pies descalzos. Nunca creí poder hacer eso. Aproveché los carbones que sobraron de la carne asada para mi aventura. La pendejada viene al caso cuando se me ocurre agarrar un carbón con los dedos de la mano. La concentración no es para los dedos de las manos sino para los pies. Tengo el dedo anular y el pulgar quemaditos.
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Ay que aburrido es escribir otra cosa que no sea sexo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡