Explicación no pedida para Polly:

En ciertas épocas de mi vida quise ser DJ.

Lo malo es que me faltó espacio en mi tiempo para poder colocar mi música en el aire. La música no es lo mío, mi hermano sí que ha seguido esos pasos, es un buen guitarrista que está muy encerrado en el punk (The Ramones, Alkaline Trio, Green Day y no sé cuántos grupos más escucha hasta el cansancio y sabe tocar todas sus canciones, incluido Nirvana y Beatles). No llegué a ser un buen músico pero si me relacioné con varios, mismos que me enseñaron lo básico de la música. Me frustra no saber tocar un instrumento musical.

Al heredarme mi abuelo sus cámaras de cine, pues decidí estudiar cine, lo hice un tiempo durante lo cual también descubrí que estar detrás de la cámara no es lo mío. El pinche pulso de maraquero borracho que me cargo me chinga las tomas. Tengo amigos cineastas que me han invitado a participar en sus películas como Árbol-1 o Maceta-4. Nunca he aceptado, tengo una cara de estúpido que no puedo aparecer en escena sin echar a perder el corte.

Seguí con el teatro y descubrí que la esencia del teatro es lo mío. No actuando, sino dirigiendo. Es una de mis pasiones en la vida y hasta la fecha solo he podido dirigir dos obras de teatro. Espero poder montar un día el guión que tengo para teatro y que he adaptado para cine muy malamente. El teatro es para mi el desahogo del alma atormentada.

Cuando tuve mis inicios de DJ compré todo lo necesario, amplificadores, bocinas enormes de 18” (sin albur), extensores de audio, mezcladoras, tornamesas y todo lo necesario. Potencia era mi segundo nombre. Al final descubrí que lo que me encanta es estar al frente de la música soltando madrazos y sudando los beats que estar pinchando discos (joder, tío). Aún tengo un poco de equipo en mi poder el cual lo mantengo en onda. Todo este ajetreo me ha llevado a conocer amigos realmente DJ´s y ellos me han llevado a conocer el dueño de la disco The City en Cancún.

De ahí nace la idea de invitar al maese Verdette para que me envíe su demo para reenviarlo con este fulano y que pueda dar unos toquines en Cancún para que vea como quema el yodo (dicho de mi abuela). Tío LoLo siempre al rescate de un compañero hijo de Batio.

Adoro los antros que emiten decibeles a lo bruto y que hacen que toda la ropa se te pegue con los bass. Lástima por los ritmos que ponen y las “artistas” que tocan. En Mythbusters analizaron el mito de que si estás en medio de un súper ruido literalmente te cagas. Al parecer es cierto, si estuvieras encerrado en medio de unas poderosas torres de bocinas simplemente te zurras. Suena chido cagarse por los beats. En mi casa solamente uso 80 watts de potencia, pero tan dulces y deliciosos que hasta los piches discos de K-Paz de la Sierra suenan como la mismísima Sinfónica de Berlín. Onkyo, JBL y Denon son los responsables de este milagro.

Descubrí las letras y desde esa vez no me han dejado en paz. Desde mis pendejismos inicios como poeta, la beca ganada para escribir, mi paso por los periódicos durante 7 años, novelas, cuentos y demás chuches que he publicado. No sé si soy bueno, pero de que me divierto, me divierto.

Leo Milenio Diario desde su fundación, conozco a varios que trabajan ahí y realmente puedo afirmarte que son una bola de ojetes, culeros, orgullosos, borrachos, inteligentes y desmadrosos al tope.

De seguro Batio los ampara.