Siempre le he tenido fobias a los celulares.

Desde mi primer celular, alla por el lejano 1997, estuve anclado a ese tipo de tecnología. En mis épocas de El Financiero era el típico tipo que cargaba su celular y su beeper. Confieso que muchas veces me servía mas el beeper que el celular. Me evitaba contestarles a personas jodederas.

Cuando en el 2000 decidí renunciar a los medios de comunicación me separé del celular. Me fui a estudiar a los EU y me compré mi beeper por 24.95 dólares anuales. Nunca estuve mas contento con la tecnología. Cero ruidos molestos, cero quejas interminables, solo una pequeña vibración era la única señal de que existía un vigilante que me seguía.

Cuando regresé a México seguí como 1 año sin celular. Al momento de ingresar a la agencia de publicidad tuve que volver a usar celular. Era obligatorio. Nadie mas que mi jefe tenía el número. Me castra que me vigilen. Ni en mi casa he tenido teléfono. Si alguien me necesita pues sabe donde encontrarme.

Una amiga tenía fantasías con su celular. Siempre se imaginó colocarlo en modo vibrador y usarlo como dildo. Cuando le comenté que las adolescentes en EU usan los cepillos eléctricos de dientes para tal uso, de inmediato se compró uno. No sé si goce de su descubrimiento, lo malo es que no me invita a ver.

La semana pasada conocí a una niña que no suelta su celular para nada. Cada minuto lo revisa para ver si tiene llamadas perdidas, mensajes enviados o simplemente para ver la hora. Es algo realmente molesto platicar con una persona que vigila cada segundo su teléfono quitándote la atención que mereces.

Cuando le dije que tengo un celular pero que vive guardado en la guantera de mi coche casi se infarta. Dice no saber que es la vida sin tener su teléfono a la mano.

Esta semana tuvimos una cita en un motel. No sobra decir que a la hora de la hora sonó el pinche aparato del demonio. De un manotazo lo mandé al baño. Me encabronó que ni para eso respete mi intimidad. Desde ese momento no ha sonado más.

Mi amiga desde esa vez no me habla, no contesta mis llamadas y se niega a verme.

No pienso reponerle el teléfono.