Amor compartido y Horario de Verano no se llevan (sábanas sucias extras que lavar)

Muchas veces he negado que exista el amor compartido, a lo más que he sentido es una especie de calentura en colectividad pero no de compartir. No me gusta remover atoles.

Este fin de semana tuve a bien comprobarlo.

Tuve la visita de un amigo que desde hace mucho tiempo no veía, solamente teníamos contacto por medio de mail y esporádicas llamadas telefónicas, pero sin vernos para echar un trago. Lo estimo bastante como para desechar su espléndida amistad.

Este fin de semana tuvo la ocurrencia de dejarse caer por Acámbaro de las Tunas y de paso invitó a una amiguita querendona. Toda la noche estuvimos compartiendo las anécdotas de universidad y demás pendejadas (y vaya que si no hay). Llegado el momento le pregunté por su amiga: Es una muy wena amiga y demasiado caliente, me dice en confianza.

Focos rojos se prendieron en la Guarida LoLesca. Se encendieron las sirenas como si alguien quisiera escapar de una prisión o de un campo de concentración alemán.

Entonces me comenzó a comentar de cómo cierto día de un año ya muy pasado, estábamos tomando y compartiendo la vida con una amiga mía, a la cual le echó el ojo y le comenté: Pues si quieres con ella, adelante, por mí no hay problema.

Acto seguido se fueron a seguirla a su recámara y no salieron hasta el otro día a media mañana.

Yo, la verdad, ya no recordaba eso, pero de inmediato recordé el pinche frío que sentí al dormir en el sillón de la casa de mi amigo. Hasta el pinche cuello se me torció por dormir en posiciones demasiadas incómodas.

Ahora quiso corresponderme el favor al presentarme a su amiga y me dice que no hay problema si nos queremos conocer más “a fondo”. Acto seguido sale a comprar los refrescos y una pizza, todo esto le tomó más de 3 horas y cuando regresa ya estábamos más que conocidos su amiga y yo. Parecía que le metieron una verga de payaso, porque no paraba de reír y reír. Caray no era pa tanto.

Ella nos comenta que su prima vive en la ciudad y que si le puede echar una llamada. Gustosos nos peleamos por pasarle un celular y exactamente 45 minutos después estaban llamando a la puerta. La prima lista y caliente como pizza de Domino´s.

Desde este fin de semana creo en el amor compartido. Me refiero al amor aventurero que compartimos mi cuate y yo por la lencería negra y las distintas maneras de quitarla.

Las primas se me descontrolaron con el cambio de horario, el vodka y la pérdida de su ropa interior.

Despertaron hasta las 3 de la tarde.

Pinches viejas webonas.