Congregación Lolísmica Culturosa

Se abre la sesión

Cada uno de todos nosotros tenemos razones para existir, unos más pendejas que otros, pero las mismas nos mueven, nos impulsan cada día de nuestra soporífera existencia a hacer llevadera nuestra pinche rutina diaria, a soportar novias, esposas que todo el día joden, pendejos que no saben manejar y se comportan como si fueran émulos de Senna en las calles, estúpidos que rengan de su vida y quieren contagiarnos a huevo, cuarentones amargados que desean que todos entendamos sus pendejas razones para existir y las compartamos, más aún, que las hagamos propias. Pobres.

Todo eso está muy bien, pero El Tío Lolo opina que cuando esas respetables razones para existir se convierten en obsesiones, en cosas imposibles de conseguir, en pendejadas rebuscadas en la fría oscuridad de su recámara vacía de ilusiones por las cuales despertar alegres al día siguiente, toda nuestra vida se convierte en un pinche calvario. Lolismidad en pleno.

Propongo fundar la Congregación Lolísmica Culturosa, integrada por pendejos que se hacen pendejos solos (patético pero cierto, existen candidatos a miembros honorarios mantenidos por sus viejas) y que se sienten los non plus ultra de las letras (y blogs) mexicanas cuando ni siquiera pueden buscarse el ano por sí mismos en una habitación oscura, recurren a ayuda mañosamente para esconder su afición al chile. Congregación que espera la aprobación de la Sagrada Orden del Batio para poder funcionar y contar con su benevolencia.

Yo tengo razones de existir?

Una de las razones de existir para muchos de nosotros es coger a cuanta mujer se ponga enfrente, por mi vida pasan seguido 3 mujeres que me las clavo seguido, una en especial a veces se convierte en una obsesión: está buena, es puta, callada y pendeja. Qué más se puede pedir? Siempre que la veo, lógico me la quiero montar, pero ella todavía vive con la esperanza de encontrar a un pendejo príncipe azul a sus 35 años y con dos divorcios. Ella sabe que en esas interminables noches que cojemos, platicamos, vemos TV, cojemos, platicamos, realmente lo único que busco es tiempo para reponerme y volvérmela a coger. Me vale madre su conversación y sus pendejas ideas. Lo único que me importan son sus tetas. Es como la Tía Lola. Bienvenida a la Congregación Lolísmica Culturosa.

Desafortunadamente no cojo loros porque me cagan el palo.

La sesión se cierra

El Tío Lolo descansa