Bendita sociedad

Precisamente que hoy se está discutiendo la ley de sociedades de convivencia (en pocas palabras significa que los putos y tortilleras puedan contar con un respaldo legal en sus relaciones) se generan muchos comentarios y protestas de la “sociedad en su conjunto”. Esto me castra.

Claro que esto no es más que un simple eufemismo para decir que los grupos de derecha, los mochos y los ahijados de Norbruto Rivera (a) Pedro Picapiedra, (a) El Cardenal Precioso, no quieren que una minoría tenga tanto derecho a chocar bigote con bigote o tallar pelucas como el de los grupos nice que disfrutan de los jueves y domingos en el aburridísimo Hipódromo o de las reuniones de los viernes en las miles de escuelas pedorras que existen en todo el país.

La sociedad es un ente que tiene muchas caras y ninguna cola. La sociedad puede exigir que se aplique la fuerza pública contra los pinches revoltosos de la APPO y al primer toletazo la misma sociedad reclamará del porqué el uso de la fuerza excesiva sobre la pinche cabeza piojosa de un APPO sorrajado por otra cabeza despiojada (a base de Bolfo y rasuradora del 1) de un agente de la PFP.

Personalmente a mi me ha jodido mucho la existencia los comentarios de la sociedá sobre diversos tópicos, me jode porque no se definen en algo concreto y si sueltan mucha tinta (y dinero) para al final de cuentas quedar en lo mismo. Lo mismo pero harto discutido.

Aún recuerdo la campaña orquestada por el Consejo de la Comunicación (A Favor de lo mejor en los medios) y obligó al pinche amanerado de Miguel Angel Fox sacar del aire a Facundo en su horroroso programa que tenía antes (y lo sigue teniendo pero con otro nombre). Este mismo y pedorresco Consejo es el mismo que calla cuando al Padre Maciel o a Pedro Picapiedra (a) Norbruto Rivera los acusan de pederastas. Tienen la cartera lista cuando alguien se atreve a desafiar los designios moralescos de la sociedad, claro, tienen a los medios de su lado y a muchos voceros incondicionales como Pedro Ferriz de Con (a) Perro Infeliz de Con, (a) Pedro Lambiz Con.

Claro que no todo lo que huela a sociedad y suciedad (al fin que solo las separa una sola letra) es algo aburrido, que me llene de odio jarocho y que haga que mis deseos de venganza se queden pendejos al lado de la Mataviejitas. Recuerdo a cierta vecina mía de mi infancia que era muy puta, rectifico, no era puta, era putísima. Siempre se comentaba en la colonia las constantes peleas surgidas entre los galanes de la señorita porque siempre se topaban en el domicilio. Ella citaba a uno a las 3 pm y a las 6 pm lo corría para que llegara el siguiente a las 6.30 pm y siguiera el reventón. Por lo regular eran tres las visitas diarias.

Esta jovencita es hija de un escritor e historiador (ex amigo mío porque un día hice cierto mal comentario y me dejó de hablar, además que ya no vive ahí porque lo corrieron, se rumora que por pinche maricón). Su padre siempre fue ajeno al desgarriate que se armaba en su casa porque nunca estaba en ella. Su madre, decían las malas lenguas, comulgaba con las ideas de la hija.

Un día, en plena bolita jodedera de jóvenes-rebeldes-sin-causa pasó la susodicha y uno le dijo que como dijo el buen Gestas “si las tienes buenas porqué no las prestas?”, a lo que ella solo le respondió con un “Pendejo”.

Llegando a su casa le contó a su madre el lindo piropo que nunca supo comprender y ahí va la mamá a reclamarnos. Cuando encara al que citó al gran Gestas le dijo que porqué le dijo eso a su virginal hija y éste le contestó que porque “les suelta las nalgas a todos” y la mamá le dijo “pues son muy sus nalguitas y a quién se las regala es su problema”. Todos nos quedamos callados ante tal desfachatez de la madre-solapa-pirujas. Desde ese día me cayó gorda la mamá, no tanto por su actitud, sino porque no pasó la receta para conseguir las lindas nalgas de su hijita.

Lógico que ante tal desmadre no faltara una comadre o vecina que le comentara los actos públicos (y púbicos) de su hija a lo que la mamá decía que “su hija era muy sociable y eso les ardía a muchos”.

La sociedad hace sociables a las putas solitarias (con permisos maternos incluidos).

Un día me avisan que vayamos a una casa que estaba enfrente a la de las pirujas éstas. Estaba vacía y alguien abrió la puerta. Subimos a la azotea y vimos un súper espectáculo que desde ese tiempo no se me olvida: la mamá se paseaba desnuda por la casa y la hija-putesca-con-permiso estaba sentada sobre una tortuguita inflable (como la que usan los chamacos en las albercas) completamente desnuda, saltando de alegría y riendo las dos. Estuvimos como una hora viendo el espectáculo hasta que nos vieron y cerraron las cortinas. A esa hora ya había en la azotea como 15 chamacos disfrutando el espectáculo ya que alguien tuvo la ocurrencia de comentar lo que pasaba y cobrar por entrar.

No es poco comentar que la hija del escritor-cegado-por-su-culturosidad fue de las primeras movidas del Tío LoLo hace mucho tiempo. Después en la prepa volvimos a tener historias en común pero ya no con la misma intensidad.

Ahora es una respetable señora casada (se casó con el hermano menor de un excompañero mío de la primaria). No sé si aún conserve la tortuguita y su manía de pasearse desnuda en casa. Es una respetable señora de sociedad, esa misma que condena a las prácticas de su padre mayatesco.

Tío LoLo se confiesa amante de la naturaleza y la conservación de la tortuga marina (aunque sea en juguete inflable)………

El post sobre Ulises Ruiz y la APPO se está cocinando gracias a las declaraciones actuales de Fox y de los actores de esta gran carpa llamada México con su espectáculo para chicos y grandes “Oaxaca, tierra de la ley del monte”. Prometo ponerlo pronto.