°°°° La guarida del Tío Lolo °°°°

Thursday, August 31, 2006

Calzones vemos....

No siempre he tenido la certeza del porqué hay ciertas prendas femeninas que me llaman la atención, no al grado de ser fetichista, pero si al punto de estar pendiente cuál es el siguiente atuendo con el cual me pueden sorprender.

Los calzones de mujer es un buen ejemplo. Odio el nombre de pantaleta. Como que no rima.

Los he conocido de todos sabores, colores, sabores y olores.

He visto desde tremendos bloomers tipo la mujer maravilla, calzones sin resorte, con encaje, con aberturas muy útiles, tangas exóticas, tiernos (con moñito coqueto al frente), de colores, decolorados (por el cloro) hasta calzones que francamente dan un poco de pena por el lamentable estado de uso que presentan.

Conocí a una persona que usaba calzones tipo luchadora, es más en un momento dado creí que usaba truza pero no, usaba calzones que lo último que tenían en mente era el ser o aparentar femeinidad. Bordes gruesos, forma casi hombruna y en ciertas circunstancias se le hacían “bola”. Solo de pensar de nuevo en esas escenas se me enchina el cuero. Lo único rico es que tenía un trasero que sería la envidia de la mismísima JLo.

Los recuerdos de calzones de mujer me han acompañado desde niño, recuerdo que una vez acompañé a mi madre a una visita en un pueblo perdido en la sierra de Morelos, el camino era de terracería y pasaba por muchos campos de cultivo los cuales están delimitados por cercas llamadas “trancas”. Estas son simplemente palos de 1.5 m aprox, unidos por alambre de púas cuya seguridad consiste simplemente en estar de adorno puesto que cualquier persona o animal puede brincarlas fácilmente.

En una tranca vi unos calzones de mujer colgados como en una pica de bandera. Recuerdo que los ví acercarse y alejarse. No sé si mi madre se dio cuenta, pero al regresar del pueblo traté en vano de buscarlos pero ya no los vi. Sinceramente no recordaba donde estaban así que todo el camino de regreso estuve atento por los calzones. Confieso que cada vez que regreso por esos lugares trato de buscarlos pero no los he encontrado hasta ahora.

Otro cierto día tuve la ocurrencia de despertar mi lado salvaje y cuando estaba con una coqueta chicuela mala quise desgarrar su ropa interior. Caray¡¡ yo creí que era mas fácil pero no se rompía el calzoncito, tuve que sacar plenamente mi lado animal (más?) para poder llevar a cabo mi misión. Gustoso me paseaba con el trofeo en la boca presumiendo mi salvajez.

Todo ese sentimiento se viene abajo cuando la acompaño a comprar el repuesto de su calzón y casi me voy de espaldas al ver los precios en la tienda. Unos pinches calzones de un encaje todo jodido valían 350 pesos. Mínimo eran 300 pesos. Híjole¡¡¡ el chiste de romper los calzones y prometer reponerlos sale caro. Mis boxers me cuestan 4 dólares en EU en la Marshall y eso que son de marca. Ya ni chingan.

Tengo de recuerdo 3 calzones que guardo con cariño. Ellas no supieron que se los robé, simplemente lo hice por la maldad de no tener qué hacer.

No como cierto personaje del cual no quiero comentar mucho pero se quedó con unos calzones morados brillantes propiedad de su entonces novia. Cuando se enojó con ella tuvo la genial ocurrencia de llamar a la mamá de su novia y decirle mil y un cosas. Una de esas cosas era que tenía en su poder esa prenda y que se la podía mostrar cuando quisiera. Era la prueba que quería la mamá para enterarse que su hija ya no era doncella.

En ciertos pueblos a las burras les ponen unos calzones de tela para que el burro no se aparee con ella. Solo para que se den una idea imaginen un calzón en una burra, sufriendo los embates diariamente del jumento caliente (y lo que le ha de salir), aunado a la suciedad que los rodea y el excremento. Esos trapos son llamados gruperas. Yo creo que si los detergentes Ariel, Tide y demás chingaderas se jactan de ser muy chingones deberían lavar una grupera y ya limpia ponérsela en la cabeza al director de su compañía.

Wednesday, August 30, 2006

La Corneta

No todos los días me levanto con el ánimo de ver pelos. Ese día sí. Y vaya que si los vi.

Estábamos en la oficina aburriéndonos de no tener mucho trabajo y si mucha weba, en esas épocas era un fan asiduo de “La Pantera” esa vieja estación de radio que volvió por sus fueros poniendo verdadero rock en el DF por la banda del AM, cuando de repente tengo la comezón de irme a mi casa a echarme en la cama y dejar que la noche me perdiera. De esos días que parece que se terminan y como si no hubieran existido, odio esos días porque me parecen desperdiciados.

Ese día enla madrugada había dormido un poco mal, al parecer no había tenido suficientes emociones y me estaba aletargando en el hastío. Hasta dormido no me quiero aburrir.

Dormí un poco esa tarde y cuando despierto, esperando que fuera de madrugada caigo en la cuenta de que apenas eran las 9 pm, como último recurso para no morir esa noche de aburrimiento le marco a un amigo para ver si armábamos algo esa noche. Cuando llega a mi casa me dice que hay de dos sopas para un viernes sin plan: ir a un bar y buscar a quién joder o ir a ver pelos.

Optamos por las dos cosas, chupe y peluches.

Caímos en un bar cubano que estaba cerca de Bucareli donde toca una orquesta y siempre se arma el jaleo (con perreo incluido), muchas jóvenes y otras no tanto se juntan en ese lugar para buscar un poco de diversión y muchas veces la encuentran.

En ésas épocas yo andaba por los 25 años y mi acompañante por los 28, sacamos a bailar a dos cotorras ya pasaditas de los 30´s que iban a buscar desmadre. Bailamos y bebimos un poco hasta que se nos calentó la hormona y quisimos salir de ahí a eso de la 1 am, ellas nos iban a acompañar solamente con la condición de que les pagáramos el taxi hasta Cuautitlán¡¡¡ (como a una hora de ahí) que no nos preocupáramos por el taxi, puesto que conocían a alguien “de confianza” y nos iba a cobrar barato: 450 pesos.

Al ver todo el pequeño teatro que estaban armando mis acompañantes e intuyendo que no eran mas que mujeres que buscan a-completar su gasto engatuzando a borrachos en los antros hicimos la graciosa retirada con el clásico (y muy gastado pero efectivo) pretexto de ir a sacar dinero del cajero.

Nos perdimos en Paseo de la Reforma, bailados, tomados y calientes. Tuvimos nuevamente dos opciones: ir a la Zona Rosa o ir a Garibaldi. Optamos por el último.

Garibaldi (pa los que no sepan, los que sí sepan brinquen al párrafo siguiente) es una pequeña plaza ubicada sobre Eje Central (por Bellas Artes, frente al Teatro Blanquita) donde se reúnen un chingo de mariachis a cualquier hora con tal de desgañitarse con canciones del maese José Alfredo Jiménez, Javier Solís y demás hombres (dije hombres no jotitos que juegan a cantar ranchero como Luis Miguel o Alejandro Fernández), misma que está llena de lupanares, congales, cantinas, drogadictos, niños de la calle, limosneros, güi-güis y rateros (mas toda la fauna urbana que me faltó mencionar).

El ambiente tan festivo que se respira en ese lugar y la falsedad de todos coreando canciones de Luis Miguel nos hicieron buscar un poco de emociones fuertes y decidimos entrar a la otra zona de Garibaldi: la de los puteros y los mira-pelos.

Ahí entramos a La Corneta.

La Corneta es un lugar muy frecuentado por militares (se distinguen por su característico corte Casquete Corto y andar siempre en bola) donde se puede bailar con una fichera, disfrutar privados con las bailarinas, tomar bebidas de dudosa calidad o simplemente estar viendo la pista y deslumbrarse con el juego de luces rojas (tan chafas que hasta uno sale lampareado).

Teníamos ciertas referencias del lugar pero nunca nos imaginamos lo que sucedía dentro. A cierta hora (supongo que eran las 4 am) pasó un tipo y nos ofreció boletos. Boletos para qué? le dijimos, nos observa con cara de Qué pendejos¡¡¡ y se aleja. Por supuesto que nos valió madres y no compramos nada. Por plática de las mesas cercanas supimos que cada boleto costaba 100 pesos.

Pasada como media hora descubrimos para qué servían los boletos.

Salieron 4 cabrones prietos y panzones vestidos con taparrabos simulando ser esclavos (supuestamente deberían estar musculosos) cargando sobre sus hombros a una mujer que estaba vestida con coqueta tanga únicamente. Todos los que compraron boleto levantaron la mano para que se las acercaran a su mesa, pero el tipo que los vendía les señalaba a quién debían acercarse primero.

La mesa elegida era una mesa llena de sardos que tenían en sus manos un chingo de boletos. Llegó un mesero y rápidamente limpia la mesa, ponen a la mujer encima de la mesa mientras baila una canción, se desnuda y cuando los tipos están al máximo se deja caer en la mesa.

La escena parecía arrancada de una película de caníbales. Todos se le fueron encima como perros hambrientos y la escena era dantesca. Hasta hoy la sigo recordando claramente. Unos se le prendieron a sus labios, otros a sus senos chupándolos como si no fueran a tener otros en su vida, otros la manoseaban, otro le mordía las piernas, otro le daba sexo oral, bueno, donde tenía un centímetro de piel disponible para ser besada o manoseada ahí iba a estar una mano o lengua de un sardo, cada agujero corporal fue profanado sin misericordia. Ay que descriptivo estoy hoy¡¡¡

Puntualmente cada canción pasaba un tipo a cobrar un boleto por persona, pero como compraron un chingo, pues tenían asegurada la diversión por un buen rato. En cada mesa que compraron boleto se repetía la misma escena con una mujer diferente, era un buen negocio, porque las bebidas que levantaban de la mesa se las llevaban y no las regresaban, por lo que al retirarse la dama, había que volver a ordenar.

Obviamente nos arrepentimos de no haber comprado un boleto.

A eso de las 5 am, se prenden las luces del escenario y un panzón vestido ridículamente como de cirquero nos da la bienvenida al lugar y presenta a dos fulanas. Foxy y Roxy eran las anfitrionas de la noche. Hasta para los nombres son chingones estos tipos sigo pensando hasta la fecha. Pregunta que quién cumple años y varios levantan la mano. Había que premiarlos. Sube a dos tipos y los obliga a que se desnuden ya que iban a tener sexo con Foxy y Roxy frente a todos.

No tengo el porqué volver a recordar la rechifla, gritos, burlas, risas del respetable hacia la grácil figura de los dos tipos mientras se quitaban la ropa porque me meo de la risa. Mi acompañante jura que en el alboroto se escuchó un par de balazos, pero yo no puedo confirmarlo.

Con todo ese ambiente enardecido compuesto por soldados borrachos, oficinistas desvelados, teporochines que se colaron (uno de ellos nos pidió regalada una chela) era predecible que no todo saliera perfecto. Uno de los voluntarios no pudo “levantar” bandera (por la pena o por el frío qué se yo) mientras el presentador moría de risa y encominó al público a que se burlara de él subiendo a otro voluntario, uno “que si cumpliera”.

Los dos voluntarios tuvieron sexo en público con las anfitrionas mientras todo el lugar echaba porras, unos se peleaban a gritos, otros subían al escenario a apoyar con sus dedos o simplemente observaba la escena.

Cuando eyaculaba el voluntario (uno muy rápido, es menester el decirlo) el presentador gritaba: Llegoooooooooooó el lechero.

Esa noche reí como pocas veces lo he hecho en mi vida.

Servidos.

Monday, August 28, 2006

el jodido y unos cuates

A veces el dormir se convierte en una bendición, a veces se convierte en un dolor de cabeza

Mala decisión de dormir en la tardecita de domingo, justo resposando las cervezas, ya que al vecino se le ocurre sacar sus vejestas bocinas (cartoneando a todo lo que dan) poniendo a todo volumen una curiosa colección de hits de Shakira, tal recopilación nació en el cerebro atrofiado de un pirata ya que mezcló sin razón muchos berridos de la tal cantante.

Es hora que todavía sufro de dolor de cabeza por los constantes berridos de la enana colombiana (porque está mas chaparra que Verónica Castro y eso ya es decir)

No soy mamón, solamente que esa asquerosa música simplemente no arrulla.

PD. Acuso recibo de mail jodedero donde solicita, casi al punto G de exigir, que se pongan crónicas de lugares cachondos en el DF. Mañana habrá material. Os juro.

Tío LoLo descansa con dolor de cabeza………..

Thursday, August 24, 2006

Taxi ......... Libre¡¡

Uno de los mejores medios de transporte en el mundo son los taxis del DF.

Siempre que quería llegar a un lugar rápido, dejaba mi coche cómodamente estacionado en la oficina y tomaba el metro, normalmente el trayecto de una hora en auto en metro me tomaba 35 minutos.

Pero si traía mucha prisa la única opción era el tomar un taxi (si era amarillo mejor, mas barato) y lanzarme a toda máquina al lugar de la cita.

No puedo mentir al afirmar que cada taxi tenía lo suyo.

  • Un taxista, recuerdo, tenía una tienda muy bien surtida en su taxi, tipo El Borras en los Beverly de Peralvillo, desde el TvNotas hasta la Playboy reciente tenía lugar para leer y no aburrirse en el tráfico.
  • Otro traía todo un zoológico en su taxi, en el tablero había puesto muchas figuras de los Picapiedra y en la tapa de atrás del VW toda una fauna prehistórica con animales, plantas y hasta un pequeño lago artificial.
  • En Navidad no faltaba quién trajera un nacimiento completo hasta con lucecitas¡¡ en el espacio del copiloto (recordemos que todos los taxis VW sedanes del DF no tienen asiento de copiloto)

Y los menos adornados, no eran menos aburridos, su plática te hace reflexionar muchas cosas. A todo esto solo quiero mencionar a 3 taxistas no comunes en este planeta:

1. Un día que fui a comprar una impresora a la Plaza de la Computación en el DF (Eje Central) al salir tomo un taxi para que me llevara a unas 6 cuadras adelante, le dije a manera de sugerencia fallida que hubiera sido mas rápido si nos fueramos por la calle que justamente estaba del otro lado del Eje y que ni en sueños podríamos atravesar. No para este amigo. Sin voltear, solo sacando la mano, da el volantazo hacia la izquierda valiéndole madres y nos cruza mientras escuchabámos un chingo de chillidos de llantas frenando por el taxi que se les cruzaba mero enfrente. Fácilmente fueron unos 20 coches que frenaron bruscamente y no puedo ni imaginar todas las mentadas de madre que fueron enviadas al taxi y sus ocupantes. El pinche taxista solo se reía dejando ver solamente 4 dientes en su oceáno y diciendo “solo así se pasa en el DF, a lo cabrón y machín

2. Cierto taxista tenía una unidad Tsuru en muy buen estado. Cierto día llega temprano a su casa, se sienta en el sillón y enciende la TV. Su mujer le pregunta que qué pasa y el tipo contesta: “Me robaron el taxi unos tipos, me dijeron que no lo denunciara y que si no lo hacía iba a aparecer en tres días por la Agrícola Oriental” (La Cavernícola Oriental pa los cuates). Dicho y hecho, a los tres días (esto fue un lunes y el jueves apareció) estaba la unidad en tal colonia. Yo tuve que abocarme a amachinar en la búsqueda del taxi. Era el papá de una ex. El colmo viene cuando le pasa por segunda vez. Lo mismo, se lo robaron y aparece intacto tres días después en la Col. Obrera, weno, hasta el dinero del cenicero estaba sin tocar. Ya medio sospechando del tipo, no ayudé en la búsqueda y tuve que enfrentar muchos reclamos de la familia ante mi negativa –detectivesca. Al tercer evento similar, un comandante de la Judicial amenaza a la familia diciendo que es muy sospechoso ese asunto y que si de nuevo “se vuelven a robar el taxi” ahora si procederá y se cargará en el bote a quien sea. Desde ese día (hasta la fecha) no se ha vuelto a “perder” el taxi. Menos mal.

3. Mario Bros era su apodo. Era el chofer de planta de la agencia de publicidad, tenía un Chevy taxi que estaba al servicio permamente de la oficina, si salía un viaje extra en el trayecto pues mejor para él. Físicamente era igual al mono del Nintendo. Gordito, chaparrito, cara redonda, gran bigote y muy risueño. Este wey tenía una debilidad, las mujeres y el juego. La debilidad era el juego porque las mujeres era puro gusto. Todas las noches estaban en el Yak él y su familia. Sin faltar se arreglaban y en la noche estaban ya en Polanco jugando. Todo el dinero que ganaba diariamente se lo chutaba ahí. Obviamente nunca ganaban, pero su único gusto era saber que “anoche ganó el que estaba en la mesa de al lado, la suerte está ya cerca”. Un día fue su cuñado a jugar solo y ganó 60,000 pesos, quiso el dinero en efectivo porque desconfiaba de los cheques. Le consiguieron un “taxi seguro” los del lugar con el fin de que llegara a salvo a su casa. Le metieron una madriza de antología. Mario Bros cuenta que un día recogió en la terminal a una coqueta costeñita que le dijo la llevara a cierto congal del centro del DF. Era una zorrita que venía a probar suerte (y otras muchas cosas corpóreas) en la gran ciudá. Rápidamente entraron en confianza y le pregunta que con cuántos se ha acostado a sus 17 años que decía tener. “Mira amigo (léase con acento Peje) si juntarámos todas las vergas que me he comido irías de aquí a Acapulco y regresabas”.

Por lo mientras yo no tengo pensado ir a Acapulco próximamente.

Tuesday, August 22, 2006

La búsqueda de lo impensable

Todo se remonta a 2003 cuando vivía muy placenteramente en mi penjaus de Tlalpan, bueno no era precisamente el mejor departamento del edificio, pero era el que estaba hasta mero arriba. Era el cuarto de azotea pues´n.

La única ventaja de esta vivienda era de que toda la azotea era mi patio particular. Con una linda vista hacia la avenida Tlalpan y sus travestis puteando por la calle era el lugar ideal para ejecutar tremendas pedas al briseo de la noche defeña.

En esos tiempos andaba yo metido en un círculo de lectura patrocinado por un escritor de medio pelo. Todo iba bien ya que siempre había botana y cerveza en abundancia (de eso ya he platicado antes), pero cuando conocí al mecenas muchas de mis esperanzas cambiaron en la vida.

El tipo en cuestión era un sobreviviente de esa élite cultural que siempre ha estado pegada a la ubre del presupuesto cultural en México. Cuando alguien dice BECAS en México, de inmediato aparecen los nombres de Monsivaís, Garro, Krauze y demás chupa-vividores-mafiosos-concacultescos. Desgraciadamente así es, como lo ha venido denunciando Víctor Roura desde hace muchos años en la sección de Cultura en las páginas de El Financiero.

Si este escritor ha podido vivir demasiado (muy demasiado) bien a costillas del presupuesto y sin tener mucho talento, porqué yo no? me dije cuando frecuentaba la casona de San Angel donde nos reuníamos. Pero no, me falta mucho para poder llegar siquiera a los talones a ese nivel de trapacería, lambisconería e hipocresía que suelta por todos los poros de su piel este escritor medio-frustrado.

Invité a una amiga a los círculos, la pobre ni siquiera leía el Libro Vaquero, pero se entretenía con las cervezas y los gatos de la casa. Acabó siendo amistad eterna del escritor medio-pelero y minina de su lecho. Cuando me enteré de esa historia me sorprendí porque juraba que el anfitrión era puñal. Por eso no me le acercaba mucho, pero me di cuenta que estaba equivocado, era afeminadito pero machito (muy en su interior al parecer).

Durante un tiempo los dejé en paz que hicieran lo que quisieran, era su vida y no la mía. Solamente que el gusto no les duró mucho, ella regresó a su vida de antes y el afeminado-escritor-gatero se escabulló en no sé dónde que hasta la fecha no lo he visto (sé de él por amistades, pero no lo he vuelto a ver).

Aquí viene la chingadera:

Mi amiga-convierte-afeminados-en-máquinas-de-sexo (nada que ver con el maese James Brown) simplemente se apanicó (Fox dixit) ante la personalidad del tipo.

El tipo resultó ser muy diferente a lo que ella pensaba, detrás de su timidez era un tipo sumamente seguro de sí mismo, con miles de detalles hacia ella, nunca profería groserías, tenía ingresos que le permitían llevar una vida desahogada (muy desahogada diría), con una cultura general muy amplia, con relaciones en la sociedá (diríamos que no era del pedorresco Jet Set pero tampoco era ajeno a él), un poco de talento para escribir y ningún compromiso que lo atara.

Era el partido perfecto pues´n.

Pero su talón de Aquiles era precisamente eso: era un tipo tan fuera de lo normal que ella no sabía como actuar junto a él.

Acostumbrada a patanes, a tipos que no tenían ni idea de la vida y la divertían platicando de pendejada y media, tipos con medio cerebro atrofiado y la otra mitad incapaz. Eso era su medio ambiente, puro pendejo o pura gente normal. No es malo eso, pero como que podía haber mejorado.

Acabó sintiéndose menos ante la capacidad del tipo afeminado y decidió poner tierra de por medio. Ahora se ha refugiado en un pendejo que es cajero de un banco, no acabó ni la prepa pero es una “persona normal”. Muy en el fondo ella debería entender que los príncipes azules no existen, que todos tenemos defectos y virtudes.

Por eso siempre trato de mostrar mis defectos en público, para que sepan a lo que le tiran con su servilleta lolesca. Me rasco los güevos con discreción pero me los rasco, ahh¡ tan rico que se siente.

Quién entiende a las mujeres?

PD. Por cierto, el iluste líder de la Sagrada Orden de Batio fue elegido como “Blog de la Semana” por BlogsMéxico, ay que envidia me da que yo no lo sea¡¡¡¡¡ jajaja. Honor a quien honor merece.

www.chango100.blogspot.com

Yo quiero ser Blog de la Se-mama………

Monday, August 21, 2006

Corajes de fin de semana

Este viernes supuestamente tenía actividades placenteras en la noche, motivo por el cual decidí cancelar varios compromisos contraídos con anterioridad. Caray ¡ hasta limpié mis zapatos con el fin de estar medianamente presentable.

A eso de las 8 pm llega un mensaje devastador: la mamá de la interfecta tuvo que salir de emergencia por una cuestión familiar y la susodicha quedó a cargo de sus hermanos menores hasta que regresara la rucaila.

He de señalar que los integrantes de la Familia Telerín (porque aquí entre nos, la rucaila tuvo ínfulas de coneja en cierta época y le dio por parir infinidad de chamacos berreadores con su nuevo esposo o “conejito” pa los cuais) son tremendamente bárbaros y duchos en la jodedera profesión de desesperar adultos con un chingo de preguntas que no tienen razón lógica de preguntarse. Desde si se puede viajar al Sol de noche, del porqué no crecen plantas en el cemento si está hecho de “arenita” hasta la pregunta mas jodedera: quién hace soplar al viento?

Es por eso que cuando la interfecta me invita a pasar una pequeña velada palomera en su casa mientras los querubines juegan el xBox prefiero escurrir el bulto y dejarla para la otra semana. Esa noche eché todas mis chivas al coche y me lancé al DF.

Primer coraje

El sábado temprano estaba ya puesto en el plantón del Peje en plena calle Madero en el centro del DF. Quería jugar fútbol en Avenida Juárez o ver una película rodeado de ancianitos-tarjeteados-con-696-pesos, comer una torta que reparten como rancho de albañil o simplemente ver como pasa la gente y se te queda viendo con cara de pendejos.

Dieron las 4 de la tarde y comienza la lluvia, aún no llega mi amiga revolucionaria que me ha prometido una velada muy chingona en el zócalo del DF. Iba a tocar un grupo de norteños y en la noche un grupo de rock, después nos íbamos a trasladar al plantón en Reforma y ahí tenderíamos una tienda de campaña. Dormiríamos en plena avenida Reforma y en la noche tendríamos sexo justo en uno de los lugares más insólitos.

Todo iba de maravilla hasta las 6 pm cuando se planta frente a mí y me dice su pendejada: Mi hermano no me quiso prestar su casa de campaña, pero un “compañero” me va a prestar una.

Ella es parte del Partido Comunista Mexicano (marxista leninista) y todos sus amigos son “compañeros de lucha”. Total que vamos a los cines que están afuera del Metro Hidalgo y salimos hasta las 12 am, tenía unas chinches ganas de tener sexo y “la compañera” estaba mas preocupada por la casa de campaña que por ir a un hotel.

Cansado de tanta pendejada, le digo que voy a hablar por teléfono y mientras ella que busque al “compañero” de la casa de campaña. Camino hasta donde dejé mi auto y me lanzo a Cuernavaca.

Segundo coraje

El domingo me levanto a las 11 am porque llegué a Cuernavaca a las 2 am, estuve con los cuates hasta las 430 am y fui cayendo a mi camita a las 530 am. Sin sexo, con frío y dos corajes en la panza.

Me invitan a desayunar una pancita (caldo rojo con pedazos de panza de cerdo, lo más rico del mundo para curar una peda, lo juro, chilitos asados, cebolla picada, orégano hacen esta delicia) y al salir del lugar ya curado de todos mis males, una vieja estúpida que se estacionó frente a mi coche deja su atos con la reversa puesta y cuando le da el marchazo para arrancar repara hacia atrás….. dándole un chingadazo al mío.

No fue nada porque no le hizo ni un rayón, pero me encabroné y le reclamé a la vieja que fuera tan pendeja. Iba hablando por celular y por eso ni cuenta se dio de sus pendejadas. Me dio 200 pesos para que le reparara un rayón que ya traía desde hace mucho pero que se lo cobré.

Tercer coraje

Tantas madres solo le pasan a alguien a quien se le cebó una noche rica y calientita desde el viernes. Es por eso que ni tardo ni perezoso me fui a buscar a una amiga de la primaria que siempre me recibe con los brazos abiertos (y aclarando el punto, también las piernas). Ahí descargué parte de mis traumas finsemaneros.

Ruego encarecidamente a Lord Batio no volver a pasar un fin de semana cómico-mágico-frustradesco.

Friday, August 18, 2006

Motivos no faltan

“Ayer te extrañé pero no recuerdo cuánto”

Desde que llegué a esta ciudad de Puebla, le pregunté a mis amistades si no tenían amistades suyas por acá con las cuales congeniar y ver que resulta de esto. Algo de relaciones de mis relaciones. Hubo muchas referencias pero la mayoría simplemente no cuajaron.

Me presentaron a una profesora de una universidad poblana que es bastante cotorra, desde el primer día congeniamos bastante bien y la botella de tequila que nos rifamos afirmó nuestra amistad.

Hace un año me presentó a una alumna de su clase con la cual de inmediato también hubo conjunción al grado que dos fines de semana consecutivos se quedó a vivir en mi casa, no importando que yo no estuviera¡¡¡ Total así son los gajes del oficio de conocer a gente jodedera.

Con total naturalidad organizó una fiesta en mi ausencia con invitados jodederos igual que ella, tuvieron a bien el respetar mi habitación pero hojearon mis libros, tomaron varios de mis cd´s favoritos, bajaron pornografía en mi PC y revolvieron mis dvd´s. No comento que se terminaron una botella de vodka que guardaba y se chingaron todos los limones del refri. Ay con lo caro que estaba el limón¡¡¡

Ese día me encabroné un chingo, no tanto por los limones, sino porque no me invitaron a la fiesta. Dicen que estuvo de antología. Nunca se la perdoné.

Hace dos meses (cuando anduve de vacaciones por el DF, raro pero cierto, ahora regreso al DF de visita) tuve varias entrevistas para la filmación del cortometraje. Una de ellas tuvo lugar en un billar de la Condesa (La Fondesa pa los cuates). Ahí platiqué un buen rato con un pendejero ejecutivo de 5ª de Televisa con el cual se planeaba un corto desde mis épocas de estudiante.

Este tipo tenía la cabeza en otro lugar, porque cuando le comentaba que quería una escena en negro, este buey comentaba que se vería mejor en blanco. Si yo decía que me gustaría filmar en el Estadio Azteca lleno este pendejo me decía que la escena quedaría mejor afuera del metro Camarones justo debajo del Circuito. No sé si no me entendió o de plano es muy pendejo.

Total que mi corto trataba de una aventura en el espacio y éste pendejo entendía que era una película de vaqueros. Me dediqué a jugar billar mientras veía a una argentina (la Condesa está llena de pendejos-seudointelectuales, artistas frustrados, hijos-de-papi-sin-futuro-propio y meseros-hostess-argentinos-busca-lana-desfajando-pantalones) entregar cervezas enfundada en unos jeans ajustadísimos.

El clímax surgió cuando me comenta que existe un personaje en Televisa que quiere filmar un cortometraje y anda buscando quién lo apoye: Jordi Rosado, patiño de Adal Ramones. Que lo puede contactar para platicar de la idea.

En ese momento decidí dejar de jugar por el asco que me dio. Me salí con el pretexto de ir a ver si mi carro aún estaba intacto (algo raro porque me fui en camión al DF, mi coche se quedó en mi casa guardado). En el camino me iba riendo de tanta pendejada que se me ocurre cuando no tengo que hacer en el DF.

Le hablé a una amiga para que me alcanzara en el Emporio y disfrutar esa noche. Desde las alturas y con el ruido de tráfico a todo dar sentí que muchas veces he tenido ganas de matar a alguien pero nunca me he animado.

Motivos no me han faltado.

Monday, August 14, 2006

El no entender provoca desentendimientos

Casi todas las noches me acuesto en el sillón de mi sala y me pongo a observar la luna. Caigo en su juego de movimiento lento-rápido y nunca consigo entender porqué se aleja de mi casa siendo que disfruto mucho de su luz.

Cuando le platico de mis andanzas nocturnas a una amiga me dice que ya tiene un buen tiempo que he perdido mi sensibilidad ante las cosas pequeñas y trascendentes.

Mi cara de pendejo le intrigó aún mas porque creía que no entendía a lo que ella se refería. Me dice que subamos a la azotea de su casa y comprobemos lo anterior.

Pujando, sudando, con garras, dientes y uno que otro pedo dado a conocer de manera involuntaria pude subir a la azotea de la casa de mi amiga trepando una barda y subiendo por una cornisa media traicionera.

Ya instalados en la parte superior nos dedicamos a ver la tarde-noche y sus constantes cambios. Como dijera el maese Juan Rulfo “el atardecer es el color que fusiona a todos en uno solo”. Intenté meter mi mano bajo los shorts que invitaban a quitárselos ahí mismo.

Ves? Me confirmas lo que te digo, tienes que disfrutar el espectáculo que nos ofrece la naturaleza, deberías practicar el taichi y ver como las sensaciones fluyen por tu cuerpo.

Para mí la única sensación placentera que fluye por mi cuerpo es antes de ir al baño y cuando un pedo se acomoda en la salida listo para ser expedido con gran sonoridad.

Me acuesto en el suelo caliente y cierro los ojos dejando que el sol, el viento y el ruido del campo rodee mi cuerpo y mis sensaciones, tan así me concentré que me dormí placenteramente.

Una hora después el fresco de la noche me despierta, ya está completamente oscuro y solamente las estrellas me acompañan. Mi compañera wenas-piernas no está a mi lado.

Bajo como puedo de la chingada azotea y la encuentro acostada en un sillón chingándose ya el segundo six de la tarde. Cabrón, ta bien que te pongas a disfrutar de la tarde pero no te duermas, ya-ni-la-chingas¡¡¡ me dice entre enojada y aburrida.

Estaba acostada en un sillón (ya sin los tan incómodos shorts de la tarde) tapada con una cobija mientras veía un partido de futbol inglés en la TV. Decidí entrar al calor rico que emanaba de su cuerpo acomodando mi cabeza en sus piernas mientras la daba pequeños sorbos a una cerveza.

Esta vez no me arrulló el aire tardeciano, ni el ruido ocasional de los coches, sino los comentarios de dos pinches argentinos hijos de puta que no dejaban de gritar ni alabar a quien tocara el balón, pero el rico calor de dos muslos me invitó a volver a dormir.

Ahora sí ni tiempo me dio de soñar.

Friday, August 11, 2006

Qué son los wenos tiempos?

No sé si esto ya lo conté o no. Me vale, lo vuelvo a hacer.

Durante una cierta época de mi vida tuve a bien irme de antro casi diariamente, lógico que aún no vivía en la ciudad (aburrida) de Puebla sino en el bien amado, estrangulado, democrático y peje-campañista-plantonado DF.

En cierto antro de cuyo nombre no quiero acordarme (en el pinche elevador de principios de siglo me rasgué la chaqueta de piel tan adorada por mi abuelo) conocí a cierta persona jodedera.

Fui a invitación de un amigo, yo llevaba pareja pero muy aburrida, así que nos topamos a unos amigos y comenzamos a entablar una amena plática en el antro. Ya eran casi las 2 de la mañana y ni siquiera habíamos levantado la vista hacia la pista, bueno solo un par de veces por la escultural colombiana enfundada en un vaporoso vestido rojo que se contoneaba como solo suelen hacer las diosas de la carne (Güero Castro dixit).

Mi pareja se impacientó por la tardanza del bailongo y me dice que vayamos a bailar para siquiera quemar un poco la pista antes de que la regresara a su casa (era hija de familia). Total que nos levantamos y me excusé con mi amigo ya que nos íbamos a bailar, mi amigo voltea hacia la mesa de atrás y le toma la mano a una chaparrita-cuerpo-de-uva (las malas lenguas dijeron que lo tenía de tamal-mal-amarrado) y sin decir agua va¡ se la lleva a la pista.

Mi amigo estaba en la cumbre de su poder puesto que era productor de TV Azteca en ese entonces.

Cuando regresamos a la mesa mi amigo se pasó a la mesa de las chancludas y ahí se quedó toda la noche. Los amigos que nos invitaron a su mesa se retirarían a las 330 am. Mi pareja me dice que se va con ellos ya que son vecinos del mismo fraccionamiento. Le dije que la llevaba pero me contesta que no, que me divierta ya que su casa estaba nada mas al otro lado del DF. Fuimos a mi coche por unas cosas que dejó ahí y aprovechando que estaba estacionado hasta el 5 o 6 piso, no recuerdo con exactitud, tuvimos sexo en el mismo (la verdadera razón por la que la quería ir a dejar a su casa es porque quería acostarme con ella en la caseta de vigilancia de su casa).

Regresé al lugar a eso de las 430 am (fue rápido, rápido) y busqué a mi amigo. Seguía en la misma mesa donde lo dejé uniéndome gustoso al grupo.

Eran 5 fulanas: espécimen a) chaparrita-cuerpo-de-uva b) una alta-flaca-famélica-bulímica (me recuerda a Doña Lepras) c) una chica tan X que ni siquiera recuerdo quién era d) una seudo escritora que después comprobé que ni siquiera puede diferenciar un verbo de un adverbio (ah que chingona escritora tenemos en ciernes) e) la persona jodedera

Acabamos haciendo el plan de ir a rematar a mi departamento a eso de las 6am. Llegamos y platicamos de mil pendejadas mientras le dábamos matarile a una botella de tequila que clamaba a gritos un beso trochentero.

A eso de las 9 am, empecé a repartir las nalgas (pero como el viejo chiste que pueden leer hasta mero abajo), decidí quién se quedaba a dormir en el sillón, quién dormía en el sofá cama, en dónde dormirían mi amigo con la chaparrita-cuerpo-de-uva y pomposamente les anuncié que me iba a retirar a mis aposentos acompañado gustosamente de la persona jodedera que acababa de conocer apenas hace unas horas.

No puedo describir mucho a esta persona por motivos que trataré mas adelante, pero solo puedo comentar que resultó que conocía a su papá, su familia era una estirpe de gimnastas (no con muchos méritos pero si con hartas ganas y enjundia) que incluía a hermanos, tíos, padres, abuelos y demás parentela. Bueno, no todos, ella no era de esa idea, el ejercicio le deba weba. Pero la ventaja de tener familia así (ruego infinitamente a Batio el poder gozar de sus bendiciones) es que ella heredó la genética de su familia, cuerpo esbelto, lleno de curvas y con tendencia natural a no engordar. Los ojos azules fueron herencia de su abuela irlandesa y la pendejez que muchas veces mostraba era herencia de su padre oriundo de no sé qué pinche pueblo de Hidalgo (creo que Tula). Tenía unas super piernas y tremendo nalgón que ya quisieran dos que tres que conozco para un paseíto por Playa Delfines en Cancún.

Salimos un buen tiempo, cogimos un buen tiempo, en sus vacaciones (estudiaba la universidad) se iba a vivir a mi departamento con la consecuente molestia de su abuelita y las visitas muy inoportunas de sus hermanos (todos muy mamados y no precisamente de donde se imaginan, tenían unos pinches brazotes¡), pero me la pasé súper con ella.

La pinche viejita que la hacía de su abuelita (la abuelita Dinamita le pusieron…) una vez me recibió en la puerta de su casa con tremenda escopeta en la mano, gracias a lo cual solo la dejé en la esquina y me arranqué de madrazo antes de que me volara la tapa de los sexos.

Pero como siempre pasa, no todo es perfecto. Mi amigo-productor tronó con la chaparrita pero se siguieron frecuentando. Las invitaba de viaje por todo el país a la chaparrita y a mi persona jodedera. Por fuentes chismosas me enteré que me echaba tierra con las dos creando cierta rencilla.

Nos dejamos de ver porque salí con una sinaloense que me quitó el sueño (y algo de lana) durante un buen rato. Luego ella me comenta que comenzará a trabajar en Santa Fe y que solo nos veríamos los sábados en las tardes y los domingos en la tardes también. Por supuesto que reparé y me hice el ofendido. En ese tiempo estaba trabajando al 100% en el periódico entrando a las 8 am, saliendo dejando la edición cerrada y en talleres, por lo regular a las 11 pm. Iba a ser misión imposible el podernos ver.

Olímpicamente nos mandamos a la chingada. Yo tenía mi currita sinaloense y no necesitaba más por el momento. Eso fue en Diciembre.

Dejé pasar 1 año cuando le he vuelto a marcar en su cumpleaños. Me contesta fría y cortante. Le llamé desde el Sanborns de los Azulejos un día que me puse pedo y me acordé de ella. Platicamos como 2 horas. Me reclamó todos los chismes que puntualmente le pasaba mi amigo. Sabía de todas mis andanzas, de cómo me expresaba de su abuelita (la famosísima Abuelita Dinamita y su fiel séquito de perros ladradores chapuceros), caray creo que hasta me reclamó de la forma de mi pene ( no es por nada pero tiene una forma muy bonita, eso que ni qué). Me dijo que me esperó exactamente 1 año desde mi última llamada, al ver que no volvía a aparecerme le hizo caso a un pretendiente.

Le digo que la quiero ver y me dice que nanay. Que se casa en 1 mes. Con quién? Con alguien que sí me valora a mi y respeta a mi familia (yo creo que nunca le escribió capítulos tan divertidos a Las Tremendas Aventuras de la Abuelita Dinamita en la Revolución Mexicana).

Después de tan amena plática, le llamo en la semana a su trabajo (ya menos pedo y con mas juicio) y me contestan que ya no trabaja ahí. Y no sabes donde trabaja ahora? pregunta hecha con la intención de no tener que llamar nuevamente a su casa y platicar en un terreno neutral. Pues no creo que vaya a trabajar nunca más me responde el tipo. Y eso? Se sacó la lotería o el melate? (esperaba que de perdida el chingado Chispazo), no, me dice, se casa con el director general de esta empresa.

Y sí, después aparecieron las fotos de ella y su flamante marido (ya algo entrado en años, por no decir ruco) en ciertas revistas donde todos salen emperifollados, con cara de que ni un pedo me tiro, casi casi Foxilandia (donde solo hay dos gatos, los de angora y los gatos que te abren la puerta de tu casa). Tiempo después salieron sus fotos en plena luna de miel en las Bahamas, qué lujo se veía en el hotel donde se hospedaron¡¡¡¡¡, algo lejos (pero no mucho eh?) de la Posada Santa Isabel en Acapulco donde la llevé para celebrar dos meses de relación y donde me cobraron $ 200 pesos la noche (teniendo que dejar $ 50 pesos de depósito por el control remoto de la TV).

Todas estas historias me llegan a la mente ahora que mi amigo-exproductor me ha pedido lana prestada, le dije que no, y me dijo que lo hiciera por los wenos tiempos. He recordado todo esto (y muchas cosas mas pero esas solo las tengo para mi deleite personal) y creo que si debo de prestarle una feria.

Aquí entre nos, muchas veces extraño la sonrisa de la personita jodedera cuida-agüelos.

Wednesday, August 09, 2006

El poder de la palabra

Todos los días me levanto con las putas ganas de joder a los demás, nunca de una manera ofensiva sino simplemente burlona y que a la vez sea un recordatorio de los débiles y fugaces que somos en esta vida. Muchos no lo entienden, no toleran mis sarcasmos y mi humor negro terminando en una mentada de madre y pendejadas extras.

He aprovechado estos días de descanso para volver a saludar a viejos amigos a los que tenía mucho rato de solamente enviar mails, pero nunca de verlos directamente a los ojos y compartir unas cervezas. Las wenas amigas también merecieron un poco de atención siendo que estaban ya muy desatendidas por su servilleta.

Entre este cúmulo de chingaderas resalta la vida de Rosa.

Ella es fotógrafa de un reconocido periódico a nivel nacional. Chaparrita de grandes tetas y pocas nalgas, es una linda niña que siempre está dispuesta a dar la mano (literalmente la mano) a quien la necesite.

Ella fue la primera de la lista que tuve a bien revivir. Le llamo a su redacción y me dicen por donde va a andar. Me lanzo para ese lugar y la busco entre tanta gente pendeja que solamente observa pero no actúa.

Es el WTC de la ciudad de méxico. Pinche lugar tan mas snob que me castra solamente de ver su figura recortando el cielo del DF. Solamente el desfile de edecanes-prostitutas me desvela un poco el pensamiento calenturiento.

Cierto evento que organizamos en la agencia de publicidad en el WTC necesitaba de 4 edecanes de muy buen ver. Al cotizar el precio de las putarracas casi me meo en los calzones. 6 mil pesos por hora y media cada una. Rusas, checas, polacas, de la nacionalidad que quieras, mínimo 1.80 mts y talla 5 y 3. Todas andaban por lo mismo. Decidimos contratar a dos mexicanas de 800 pesos el día y a dos checas de 5500 pesos por hora y media. Sobra decir que les llovieron ofertas de sexo rápido y bien pagado a las checas en la exposición. Eso sí ni siquera se dejaban tocar por nosostros. Pinches viejas apretadas.

Al acabar su contrato se fueron con un constructor a seguirla. Después nos enteramos que por aceptar la invitación de un cliente es 8 mil pesos + gastos + hotel. Caray quien me manda a nacer hombre, feo y pendejo. Ya estuviera rico a punta de puros sentonazos.

Las edecanes mexicanas no solo no nos cobraron, sino que a media noche ellas pusieron un pomo, la neta que si se la rifaron con esa peda en las calles de Orizaba en la Romita.

Cuando localizo a Rosa salimos a dar una vuelta, platicamos como dos horas al amparo de una tortería cercana al World Trade center del DF. La verdad no tanía muchas ganas de tragar sino de platicar que ha hecho en este tiempo que no se dejó ver. Lo típico tuvo un novio jodedor que no la dejaba ver ni la luz del día, claro, ella lo soportó y después cuando se separan se da cuenta que la alejó de todos sus amigos y familia. De tanto platicar sus intimidades me calentó la hormona y le platiqué de que siempre me acuerdo de todas las marranadas que hicimos en mi departamento y en su pinche cuarto de azotea de la col. Obrera donde vivía.

Ya entrada la tarde fuimos a dejar sus placas, saliendo aprovechamos y acabamos en un hotel de Insurgentes que tuvo a bien cobrarnos a 350 la noche cuando antes cobraba 200 pesos. Es lo malo de abandonar el DF, se desencancha uno de los precio sy tarifas moteleras-cojederas. Me dolió un poco el codo pero al ver ese gran par de tetas bien comprimidas por su opresor-de-encaje-blanco ya ni cuenta me dío si me dieron bien el cambio o no. Simplemente lo eché a la bolsa.

Rosa siempre me platicaba de su familia y de su prima. Una pinche vieja que conocí una noche en un Sanborns y que sinceramente no recuerdo su cara, hasta este momento me acuerdo que se llama Sandra. Rosa y Sandra siempre platicaban de mi como si fueramos viejos amigos los tres. Es más, hasta los amigos de Sandra sabían de mi siendo que solo nos habíamos visto una sola vez en mi vida y eso de corridito.

-Siempre le gustaste a Sandra- me suelta Rosa cuando estabamos ya semidormidos.

- Pues la neta ya no me acuerdo de ella, ta wena?

- Pues casi no tiene tetas (como presumiendo que ella si) pero si está bien nalgona

- Deberías llamarla para saludarla

-Quieres que le hable?

Para no hacer el cuento mas largo, Sandra se aparece en la puerta de la habitación en 40 minutos, curiosamente trabaja en un Vip´s cercano a la Zona Rosa y ya estaba a punto de salir del trabajo. Cuando abro la puerta me topo con una mujercita que tenía planteada la sonrisa mas coqueta que he visto en los últimos meses.

Sobra decir que esa noche la pasamos muy bien los tres.

En la mañana siguiente Rosa se levanta super temprano para ir a recoger sus órdenes de trabajo, promete regresar a las 9 am para desayunar juntos. Me quedo con Sandra dormido otro rato ya que ella cubre el turno de la tarde y tiene toda la mañana libre. Intrigado, le pregunto a Sandra del porqué se acordaba tanto de mí.

Es que tienes poder en la palabra, hablas mucho y convences a la gente de lo que quieres. Cuando llegué a la habitación me dije si seguirías conservando ese poder que te vi esa noche.

Ah caray, nunca me lo habían dicho así, pero al parecer, lo sigo teniendo.

LoLo back´s.

Friday, August 04, 2006

el arte de lo pendejo

En estos días anduve muy ocupado haciendo el StageScreen de un corto que próximamente voy a filmar y, ya encarrerado el ratón, me dispuse a escribir tres mas que solo esperan un poco de dinero (el bono, el bono) para poder empezar a filmarlos.

Además aproveché unos días para hacer ciertas adaptaciones a mi casa, mismas que tenía en mente desde cuando. Contraté dos albañiles que en lugar de tener cara de “maistro de obra” como se hacía llamar uno de ellos, tenían cara de pinches-chalanes-macuarrescos-remoja-tabiques que otra cosa.

Los dos albañiles que estaban trabajando en mi casa me contaron un chingo de historias y cuando me las contaban me acordé mucho de Salvador Mendoza.

Este mono es un aprendiz de cineasta que siempre se jacta de su ópera prima, misma que nunca nadie ha visto y en una peda fenomenal de tres días, alguien se animó a preguntarle sobre su tan mentada filmación. Aún no la he empezado, me faltan los actores, el guión ya lo tengo, todos nos quedamos con cara de pendejos porque nunca nos imaginamos que sus historias fuesen puros inventos.

Este cuate caminaba por la calle buscando actores especificos para su película, buscaba a un niño con cara de caprichoso y a la vez que tuviera cara de diarreico. Cuando lo topaba le pedía sus datos y le comentaba que próximamente le llamaría para actuar. Tenía una libreta con personas de toda la república mexicana que eran los prototipos “ideales” para sus personajes.

El problema se le presenta cuando obtuvo un poco de dinero y quizó iniciar la filmación con los “personajes” mas cercanos. Unos se habían cambiado de casa y era imposible localizarlos de nuevo, otros cambiaron físicamente y “ya no eran aptos” y así todos tuvieron un pretexto para ya no encajar en la película. Total que al final ya no hizo nada, pero la idea “ahí está y sigue en pie”.

Pues estos albañiles me contaron de un compañero suyo, con cara de muy pendejo, pero que tenía una suerte fenomenal con las mujeres. Con decir que estando simplemente parado en la esquina esperando a su camión (y no en la terminal de ADO como marcan los cánones), vestido para la chamba, con su morralito con sus herramientas y con su cara eterna de pendejo, las mujeres le lanzaban el calzón. Así de fácil.

Uno de los albañiles me comenta que fue testigo de una aventura de esas. Estando los dos parados se acerca una mujer y le dice al cara de pendejo que cómo se llamaba. Empezaron a hacer plática y acabó invitándolo a desayunar a su casa. El albañil que lo acompañaba llegó solo a la obra y el patrón muy encabronado le dijo que ahora iba a hacer él lo que les correspondería a los dos o si no no les iba a pagar completa la semana. Se afletó a trabajar doble.

El cara-de-pendejo-desayunador efectivamente fue a la casa de la invitación. Todo iba muy bien, sus huevitos servidos en la mesa, su chesquito bien frío y la mujer muy hacendosa (y wena), todo era miel y hojuleas hasta que tocaron la puerta. Era el marido, canchanchán, padrote, picador, pioresnada o caifán de la mujer invitadora. Al entrar y ver al albañil le entró la furia ciega y arrebatadora (como la panista ante el Voto por Voto) y se lanzó a soltar madrazos a diestra y siniestra hacia la vieja. “Vieja puta, en esto te gastas el dinero que te doy? En darle de comer a vagos de la calle?” Le espetaba mientras le sorrajaba tremendos madrazos (chin ya estoy como el pinche profe de Mercantil) en toda su (wena) humanidad.

El albañil al ver la escena, muy discretamente eso sí, buscó su morralito y empezó a buscar la salida mas cercana sin causar molestias. Justo cuando estaba por alcanzar al puerta el hijodelachingadagolpeador le soltó un guamazo y le dijo que “espérame a que acabe con este vieja y tú sigues”, en eso la mujer corre hacia la recámara y se encierra, el jodedor se lanza sobre ella y el albañil aprovecha este momento y sale corriendo como Dios Padre no parando hasta llegar a la construcción. “Ni los pinches huevitos alcancé a chingar” decía.

Sentí en mi interior la misma comezón que tenía en sus wenos tiempos Salvador Mendoza y fui a buscar un sábado al pendejero en cuestión. Lo conocí y efectivamente caí en la cuenta de que no sé que tiene pero esa cara de pendejo ha de atraer a las mujeres. Me invitó de desayunar unos huevos a la mexicana en una lumbre hecha con pedazos de madera, cartones del cemento y con unicel de los prefabricados. No es menester decir que me supieron a gloria ya que con cada bocado de mis tacos le echaba una mordida a un chile verde (ni modo me ensarté pero no puedo decirlo de otra manera) y un buen buche a mi vaso relleno con Mega Big Cola de 3.3 litros. Un desayuno de albañiles que me supo mil veces mejor de los que me he disfrutado en el Sangron´s y mucho mas barato, si´ñor.

No pienso incluirlo en el reparto del corto, pero no estaría mal ver si su atracción pendejera atraviesa la delgada película de celuloide.

Wednesday, August 02, 2006

Tremendo machote

En la universidad tuve un profesor de Derecho Mercantil que para todo empleaba las siguientes palabras: tremendo, situación legal apegada a derecho y machote.

Cuando pedía explicaciones acerca del pagaré se remitía a la respuesta mas simple: revisen el machote (del pagaré) y así saldrán de dudas. Igual comentario para la letra de cambio, cheques, etc.

Si hacías algo mal de inmediato acudía a la palabra: tremendo lío legal en que se meterán, tremendo pleito que se les avecina.

No faltó el día en que se le cuatrapearon las palabras: cuando tengan dudas acerca de cómo llenar el pagaré para eso está el tremendo machote.

No es menester de esta humilde atalaya el señalar la tremenda mofa que se le hizo durante todo el trimestre. Hasta el profesor se sonrojaba cuando alguien comentaba del tremendo machote.

Esto viene a colación porque cuando tomaba mi tremendo café en un Vip´s a eso de las 2 am en plena Avenida Reforma (no entro en detalles si es el que está en el Angel o en el cruce de Reforma e Insurgentes porque mis preferencias sexuales pueden ponerse en entredicho) cuando veo entrar a tremendo mujerón contoneándose e instalando el cabús hasta mero el fondo.

De inmediato no faltaron los amables caballeros que se le acercaron con refresco en la mano dispuestos a conquistar esa belleza. Era divertida la escena ya que simplemente al escuchar el tono áspero y sensual de su voz te das cuenta de qué lado masca la iguana.

Dos caballeros salieron por patas nada más de oir la dulce y sexy-masculina-voz de la quimera vestida y travestida de esa noche.

Tremendo machote venía dentro.